Introducción


El concepto de Sociedad de la Información[1] tiene casi tres décadas. La noción implica un modelo de sociedad global organizada alrededor de la creación, distribución y manipulación de información, desde un punto de vista integral y orientado al desarrollo, y tiene como epicentro a las nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC´s). Está centrada en la idea de que todas las personas puedan crear, consultar, compartir, utilizar y difundir el conocimiento y la información, de manera que los países puedan emplear plenamente su capacidad de desarrollo sustentable. Es considerada como una etapa posterior a la sociedad industrial, significando un nuevo modelo de organización social, económica y cultural a nivel global.

El proceso que dio nacimiento al concepto comenzó en la década del ´70, con el traspaso de los medios de generación de riqueza de los sectores industriales a los sectores de servicios. Luego, con el desarrollo de las TIC´s, se supone que en las sociedades modernas la productividad pasará de centrarse en la fabricación de productos tangibles a la generación, almacenamiento y procesamiento de información.

El modelo tuvo un avance gigantesco a partir de la década del ‘90, cuando de la mano de la apertura comercial de Internet a nivel mundial, se llevó a cabo un consenso internacional que puso en el acceso global a las TIC´s la variable clave del desarrollo.

La incorporación de las TIC´s en todos los procesos productivos significaría para los países subdesarrollados una vía de inserción a los mercados globales.

Tanto los defensores como los críticos del modelo ponen acento en que el desarrollo de las TIC´s y el nuevo mapa global trajo aparejada una nueva forma de desigualdad, denominada “brecha digital”.En este sentido, sostienen que la Sociedad de la Información es una nueva forma de colonialismo, una versión actualizada de imperialismo cultural que favorece esquemas de dependencia tecnológica.

La Sociedad de la información se configuró como una posible respuesta económica a la crisis del capitalismo posfordista, y al mismo tiempo como una promesa de democratización, desde el paradigma del libre acceso a la información.

El proyecto se consolidó como un nuevo proyecto geopolítico global[2], que se asentó en una serie de procesos económico - políticos:
- El agotamiento del modo de regulación fordista
- La desregulación y liberación del mercado de las telecomunicaciones a nivel mundial
- La globalización del capital financiero
- La inversión directa en el exterior por parte de las empresas transnacionales
- La universalización del libre mercado como único mecanismo de asignación de recursos

Internet es, en este mapa, el medio principal, por la velocidad y facilidad de acceso e intercambio de información y datos de todo tipo que posibilita, y por su carácter omnipresente y global. Es considerada como “un nuevo medio de comunicación que transforma los modos de circulación de la información, que tiene repercusiones culturales, económicas, sociales, y políticas en la comunidad global (…) y que genera nuevas formas de sociabilidad”.[3].

Es, en principio “un medio caótico, sobredimensionado con autoridad desdibujada y donde (a diferencia de la televisión o los diarios) cualquiera puede, en principio, publicar cualquier cosa.”[4] El usuario es más que en ningún otro medio, concebido como consumidor-productor.
Los actores de la industria de la cultura, también forman parte de este proceso aún en desarrollo, conviviendo con formas tradicionales, y en disputa con nuevos sentidos y formas de intercambio.

En este contexto, se inserta el sitio de videos YouTube como operador dentro de un nuevo mercado generado en Internet.

La compañía comenzó como un sitio de intercambio de videos caseros, donde el usuario puede subir su vídeo, y se popularizó a través de estrategias de marketing y por configurar una “novedad” dentro de la oferta online. En un lapso de tiempo llamativamente corto, llegó a convertirse en un canal de promoción estratégico para contenidos audiovisuales.

El espíritu del eslogan original de TouTube, “broadcast yourself” está perdiendo actualidad frente a las asociaciones y convenios realizados con grandes broadcasters y majors de música. Por otra parte, el formato de video corto en Internet se está convirtiendo en una forma de publicidad, tomada por diversas compañías y medios, siguiendo el “modelo Google”.

Todo esto no quita que en primera instancia You Tube responde a la idea de “comunidad” en Internet, donde la interactividad es un concepto clave, y los usuarios continúan subiendo videos propios (o no) para compartir con otros. El perfil de YouTube parece estar acercándose cada vez más a un espacio mixto entre el lugar de intercambio y el canal de distribución y promoción de contenidos de productoras audiovisuales, empresas, networks, etc. Se trata de una forma nueva, en la que paulatinamente parece estar ganando terreno la lógica de mercado imperante en la industria cultural previa a Internet.

El mercado del entretenimiento, fue consolidado antes de la aparición de Internet en sus diferentes ramas (música, cine, medios gráficos, libros y televisión) por la industria cultural de masas. Desde la década del ´60, el medio hegemónico por excelencia fue la televisión, y hasta la aparición de Internet la lógica de esta industria estaba fuertemente consolidada y constituida en el epicentro social, político y cultural de la “sociedad de masas”. Este modelo supone un mercado manejado por grandes corporaciones multimedia, que han acrecentado su poder de influencia hasta convertirse en actores clave en el universo político y económico.

Dentro de esta perspectiva, YouTube debe ser considerado en su especificidad, que responde a varios factores:
- El medio en el que desarrolla.
- El formato particular de los videos.
- El tipo de contenidos que circulan el sitio.
- El tipo de relación que se genera entre los usuarios y el sitio, enmarcado en el proceso mayor de los cambios generados por las TIC’s
- Las asociaciones con otros actores del mercado

En relación a la definición tradicional de industrias culturales, YouTube debe ser considerado en su novedad, pero también en su continuidad con el modelo consolidado.



[1] Castells, Manuel; La Era de la información I, La sociedad en Red, Alianza, Madrid, 2000
[2] De Charras; ‘Sociedad de la información’ y ‘Una nueva economía’: una revisión crítica. Documento de la materia Políticas y Planificación de la cátedra Mastrini.
[3] Siri, Laura; Internet: Búsquedas y Buscadores, Buenos Aires, Grupo Editorial Norma, 2000
[4] Ibidem

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